Potaje de garbanzos con espinacas: receta tradicional paso a paso


Prepara un delicioso potaje de garbanzos con espinacas con esta receta tradicional. Descubre los ingredientes, el paso a paso y trucos para un sabor perfecto.
Potaje de vigilia tradicional
Potaje de bacalao
Garbanzos en potaje con fritura de pescado
Te presentamos una receta tradicional en Semana Santa: espinacas con garbanzos. En España la gastronomía de Semana Santa se caracteriza por platos austeros, donde verduras, legumbres y pescados como el bacalao son característicos. Mención especial merecen los dulces de Semana Santa como las torrijas o las monas de Pascua.
Precisamente las legumbres que son ricas en proteínas están presente en muchas recetas de Cuaresma, alimentos saciantes para evitar ‘caer en la tentación’ de comer carne. El bacalao y el huevo son dos alimentos comunes en las recetas de Semana Santa, ya que sobre ellos no pesaba la prohibición.
Las espinacas son un alimento rico en fibra pero tienen muy pocas calorías tan solo 23 por ración de 100 gramos, así que son un alimento ligero y saludable. Son fuente de vitamina A, vitamina C, hierro, y casi 100 mg de calcio. Las espinacas tienen antioxidantes como el ácido alfa-lipoico que ha demostrado poder reducir los niveles de glucosa y evitar los cambios asociados al estrés oxidativo en pacientes con diabetes.
Ingredientes para hacer potaje de garbanzos con espinacas
Cómo preparar el potaje de garbanzos con espinacas paso a paso
- En primer lugar añadimos agua abundante a una olla y el caldo de verduras. Cocemos las espinacas congeladas durante 8 minutos.
- Mientras tanto en una cazuela antiadherente añadimos aceite de oliva virgen y sofreímos los ajos y la media guindilla durante dos minutos. Fríe las rebanadas de pan en ese mismo aceite, luego las troceas y las picas en la picadora. Apaga el fuego y agrega el pimentón, a la cazuela remueve y deja reposar un par de minutos.
- Añade las espinacas a la cazuela antiadherente donde tenemos los ajos y la media guindilla junto a cuatro cucharadas del caldo de la cocción. Mezcla todos los ingredientes.
- Añadir los garbanzos cocidos y cocinar durante 20 minutos a fuego lento. A mitad de cocción cuando falten 10 minutos añade el pan frito desmigado para espesar el guiso.
- Dejar reposar y ajustar de sal si hace falta antes de servir.
Información nutricional: 1167 kcal
Tipo de cocina: Mediterránea
Tipo de comida: Almuerzo
Tiempo de cocción y trucos para un potaje perfecto
Para un potaje perfecto, controla bien el tiempo de cocción. Las legumbres deben cocinarse a fuego lento entre 60 y 90 minutos si son secas, o 30 si son enlatadas. Si usas bacalao, agrégalo en los últimos 10 minutos para evitar que se deshaga. Sofríe bien los ingredientes base para potenciar el sabor.
No remuevas demasiado para no romper las legumbres. Finalmente, deja reposar el potaje unos minutos antes de servir para que los sabores se integren mejor.
Errores comunes al hacer potaje de garbanzos con espinacas y cómo evitarlos
En primer lugar y como hemos visto, es fundamental utilizar garbanzos bien cocidos. Si decides usar garbanzos secos, asegúrate de remojarlos durante la noche y cocerlos adecuadamente, de lo contrario, quedarán duros. Si optas por garbanzos enlatados, escúrrelos y enjuágalos para eliminar el exceso de sodio.
Otro error común es no sazonar adecuadamente. La sal debe añadirse al final de la cocción para que los garbanzos no se endurezcan. Además, no escatimes en especias como el pimentón o el comino, que realzan el sabor del potaje.
La elección de las espinacas es fundamental. Si usas espinacas frescas, asegúrate de lavarlas bien para eliminar la tierra. Las espinacas congeladas son una opción práctica, pero deben añadirse al potaje durante los últimos minutos de cocción para que no pierdan su color vibrante y nutrientes.
Por último, no olvides la textura. Si prefieres un potaje más espeso, puedes triturar parte de los garbanzos o añadir un poco de pan para dar consistencia.
Acompañamientos ideales para servir
Un potaje de garbanzos de vigilia se disfruta aún más con los acompañamientos adecuados. Un clásico es el pan crujiente, ideal para mojar en la deliciosa salsa. Una ensalada fresca de tomate, cebolla y aceitunas aporta contraste y ligereza.
También puedes servirlo con arroz blanco para una comida más sustanciosa. Para realzar el sabor, añade un toque de alioli o una guindilla encurtida. Finalmente, un vino blanco seco o un refresco de limón complementan perfectamente este plato tradicional.